Son enfermedades típicas de la infancia, muy frecuentes, sobre todo, durante los primeros años de vida. Se llaman exantemáticas porque se manifiestan por medio de un exantema, es decir, una erupción en la piel constituida, según la enfermedad, por puntitos, manchas, ampollas o granitos. No son, por sí mismas, enfermedades peligrosas, pero pueden llegar a serlo debido a las complicaciones que pueden surgir, cuando la infección primaria se extiende a órganos delicados, como el cerebro. Menos la escarlatina, todas ellas son de origen vírico, por lo que no deben tratarse con antibióticos. Sin embargo, muchas de ellas pueden prevenirse mediante las vacunas pertinentes. Conozcamos las características concretas de cada una de estas enfermedades:
SARAMPION:
Es una enfermedad vírica muy contagiosa, que afecta a las vías respiratorias y que puede presentar complicaciones.
SÍNTOMAS: Suele iniciarse con los síntomas de un cuadro catarral: fiebre no muy elevada, tos seca, secreción fluida de la nariz, inflamación de la conjuntiva y escozor, y enrojecimiento de los ojos. Durante los días siguientes, estos síntomas van empeorando: se eleva la fiebre, la tos se hace más frecuente y aparecen manchas en la boca. A partir del tercer o cuarto día, aparece el exantema, primero en el rostro, en forma de manchas de color rosa oscuro, para después extenderse por todo el cuerpo, acompañadas por enrojecimiento de la garganta y dolor al deglutir. Al cabo de otros tres o cuatro días, la erupción disminuye y la tos se vuelve más blanda; a los ocho-diez días se produce la curación.
COMPLICACIONES: Se pueden manifestar durante la fase final de la enfermedad, afectando a uno de cada seis enfermos. Las más frecuentes son: otitis media, bronconeumonía y meningoencefalitis.
CONTAGIO: Puede producirse desde tres días antes del inicio de la enfermedad hasta cinco días después de desaparecer la erupción.
PREVENCIÓN: La única prevención válida consiste en la vacunación de todos los niños, que debe practicarse a los 15 meses y a los 4-6 años.
TRATAMIENTO: No existe un tratamiento específico para el sarampión; sólo se deben combatir los síntomas, como la fiebre y el prurito, siguiendo las instrucciones del pediatra.
RUBÉOLA:
Se trata de una enfermedad infecciosa que, en principio, no provoca complicaciones importantes. No obstante, si el contagio se produce durante el embarazo, puede comportar graves peligros para el feto.
SÍNTOMAS: Comienza con un ligero estado febril y un malestar generalizado. A los dos o tres días, aparecen pequeñas manchas de color rosa pálido en relieve, que cubren rápidamente el rostro y el tronco. Otro síntoma es el engrosamiento de los ganglios del cuello y de la nuca.
COMPLICACIONES: La rubéola es leve para los niños y para los adultos, pero bastante grave para el feto.
CONTAGIO: Puede producirse desde el momento en que aparecen los síntomas hasta que la erupción desaparece. Su período de incubación dura de dos a tres semanas a partir del momento en que se establece un contacto directo con la persona enferma.
PREVENCIÓN: A través de la vacuna, que se debe administrar a los 15 meses y a los 4-6 años, junto con la vacuna contra el sarampión y la parotiditis.
TRATAMIENTO: No existe un tratamiento especial. Es suficiente con combatir sus síntomas, fiebre y prurito, siguiendo las instrucciones del pediatra.
VARICELA:
Es una enfermedad que se caracteriza por sus típicas vesículas. La provoca el virus del herpes.
SÍNTOMAS: Se manifiesta a través de fiebre y la aparición de pequeñas manchas rojas, que se transforman rápidamente en ampollas de líquido amarillento, y que después se convierten en pequeñas costras pruriginosas.La erupción afecta también al cuero cabelludo y a las mucosas de la boca, los ojos y los genitales.
COMPLICACIONES: Si el niño se rasca mucho, puede provocarse lesiones graves y correr el riesgo de contraer infecciones bacterianas. En raras ocasiones, también puede dar lugar a otras complicaciones, como pulmonía, miocarditis (inflamación del músculo del corazón), miositis (inflamación de los músculos), una encefalitis o una inflamación de la médula.
CONTAGIO: Puede producirse desde el día de la aparición de los síntomas hasta los 6-7 días siguientes. El período de incubación es de dos o tres semanas.
PREVENCIÓN: La mejor forma de prevenir es a través de la vacuna, que no está incluida en los calendarios de vacunaciones.
TRATAMIENTO: Existe un fármaco antiviral, el aciclovir, que ha demostrado ser eficaz incluso durante el desarrollo de la enfermedad. Se indica solo en algunos casos especiales como menores de un mes de edad.
ESCARLATINA:
Esta enfermedad es la única que está causada por una bacteria, el estreptococo beta-hemolítico del grupo A.
SÍNTOMAS: Fiebre, intenso dolor de garganta y malestar general son los primeros síntomas.Durante los días siguientes, también aparece el exantema con aspecto áspero de la piel y pequeños puntos rojos muy juntos. Las zonas más afectadas son las axilas, los pliegues de los codos y la piel de alrededor de los genitales. Si no se trata enseguida, la erupción se extiende por el tronco y las extremidades.
COMPLICACIONES: En casos muy raros, la infección también puede provocar una otitis o una inflamación de los riñones.
CONTAGIO: Puede producirse desde el momento en que aparece la fiebre hasta 24 horas después de iniciar su tratamiento con antibióticos. La incubación dura de dos a cuatro días después del contagio.
PREVENCIÓN: Cuando el niño ha estado en contacto directo con un enfermo, debe tratarse como si ya tuviera la enfermedad.
TRATAMIENTO: Cuando hace más de 24 horas que la enfermedad se ha manifestado, se prescribe un antibiótico.
QUINTA ENFERMEDAD:
Esta enfermedad es más frecuente en verano y está provocada por el Parvovirus B19.
SÍNTOMAS: La erupción aparece en el rostro y, después, en los brazos y muslos. El exantema puede reaparecer, incluso después de una primera fase de remisión, por lo que esta enfermedad puede confundirse con una alergia. La exposición al sol suele aumentar la erupción.
COMPLICACIONES: No las hay.
CONTAGIO: Se produce a través de la saliva durante la semana que precede a la erupción, y el riesgo desaparece cuando surgen las vesículas. Dura 1-2 semanas. Se cura sola y proporciona inmunidad.
PREVENCIÓN: No existe una vacuna.
TRATAMIENTO: Tan sólo se debe combatir la fiebre y el prurito.
SEXTA ENFERMEDAD:
Afecta al niño antes de los dos años, provocando fiebre que puede elevarse por encima de los 39 grados.
SÍNTOMAS: Después de tres días de fiebre, baja la temperatura y aparece la erupción, caracterizada por puntitos de color pálido en el tórax y la cara. Desaparece en un día.
COMPLICACIONES: No las hay.
CONTAGIO: La causa es el virus Herpes VI, que con frecuencia es transmitido al pequeño por un adulto portador sano. Durante los seis primeros meses, el niño está protegido por los anticuerpos maternos.
PREVENCIÓN: No existe ningún método preventivo.
TRATAMIENTO: Sólo antitérmicos, para hacer bajar la fiebre.
Dra Sabrina Martin
MP 9131
Pediatra