Si la fiebre es alta, tienen vómitos o están agitados, los papás no dudan en llevar a sus hijos al médico. sin embargo, los controles cuando los chicos están sanos tienen igual importancia porque ayudan a prevenir enfermedades y contribuyen a su buen desarrollo.
¿Por qué no debemos esperar a que los chicos se enfermen para llevarlos al médico?
Porque los controles ayudan a que los niños tengan un crecimiento óptimo, mediante acciones de promoción de la salud que garantizan un desarrollo madurativo armónico desde el nacimiento.
En estas consultas, el pediatra o el médico de familia detectan factores de riesgo, evalúan el crecimiento y desarrollo, controlan el calendario de vacunas, ayudan a la mamá a sostener la lactancia y aconsejan a los padres en el proceso de crianza, previniendo accidentes e intoxicaciones.
Estas prácticas difícilmente se puedan llevar a cabo cuando el niño llega a la consulta molesto, dolorido o irritable por causa de una enfermedad.
Cuándo realizar los controles
. A los 7 días
. A los 15 días
. Al 1° mes
. Una vez al mes durante el 1° año
. Cada 3 meses durante el 2° año
. Cada 6 meses el 3° año
. Una vez al año el 4° y 5° año de vida
¿Está creciendo bien?
El crecimiento físico es un indicador muy sensible de la salud y de la nutrición de un niño. Su importancia radica en que existe una estrecha relación entre el crecimiento, la nutrición, el estado de salud y las condiciones de vida de él y su familia.
La mayoría de los factores que comprometen el crecimiento normal pueden ser prevenidos o tratados. Los médicos no se cansan de repetir que cuanto más temprano y prolongado es el daño, más graves son las consecuencias y menor la posibilidad de recuperación. Por eso se requiere una vigilancia estrecha que sirva para detectar las alteraciones del crecimiento de modo precoz.
El crecimiento puede ser evaluado a través del control del peso, la talla y el perímetro cefálico. La combinación de estos indicadores permite diagnosticar el estado nutricional y su seguimiento a través de tablas específicas que se utilizan para saber si el niño está dentro de parámetros normales.
Pero no todo se mide en centímetros o gramos, porque también es necesario conocer cómo se desarrolla el bebé, es decir, si va adquiriendo las funciones, destrezas y habilidades en la edad correspondiente. En este sentido, el médico deberá evaluar a cada edad principalmente pautas de conducta motora y del lenguaje que cada niño debe tener a una edad determinada.
Teta y papillas
La consulta médica también es una oportunidad que el médico aprovecha para informar a los padres sobre las ventajas de la lactancia materna. Hoy la consigna es mantener la lactancia exclusiva los primeros 6 meses de vida, continuándola hasta los 2 años de edad.
Para favorecerla, el profesional enseña a la mamá técnicas de amamantamiento y métodos para extraer y conservar la leche materna.
También asesora sobre la conveniencia o no de sumar hierro y vitaminas.
A partir del 6° mes de vida, la leche materna se complementa con polenta, zapallo, zanahoria y papa. Una semana más tarde se incorporan las carnes sin agregado de sal. A partir de los 7 meses, se agregan huevo duro, fideos, yogur y queso cremoso a la dieta. Siempre es recomendable que el bebé pruebe un alimento nuevo por vez para que pueda tolerarlo bien.
A partir del año, es conveniente que el bebé comparta la comida con la familia, evitando fiambres, hamburguesas, salsas, sopas de cubitos o sobres, condimentos y picantes, gaseosas, productos de copetín y postres preparados.
La leche materna se mantiene durante 3 días en la heladera, 3 semanas en el congelador común y 3 meses en el freezer. No debe descongelarse en microondas sino en otro recipiente que contenga agua caliente (baño María).
Nada librado al azar
Otros estudios y controles son complementarios de la visita al médico. Normalmente es el pediatra quien hace la derivación, de lo contrario, los papás deben consultarlo e informarse. Para la detección de los factores de riesgo es aconsejable examinar la vista, el oído y la boca:
Examen oftalmológico:
1º control de recién nacido a 6
2º control a los 3 años
3º control al ingreso escolar
En el caso de los recién nacidos de riesgo (prematuros, antecedentes familiares de cataratas congénitas, enfermedades genéticas, enfermedades genéticas, enfermedades venéreas durante el embarazo, etc.) el examen oftalmológico se realiza a la cuarta semana de vida.
Detección precoz de hipoacusia:
Para detectar trastornos de audición, se realizan controles en los recién nacidos, que se repiten a los 6, 12, 18 24 y 30 meses.
Cuando el pediatra lo considera necesario, los exámenes se realizan con mayor frecuencia.
Controles odontológicos:
Se recomiendan controles semestrales, ya que las caries de los llamados “dientes de leche“ también deben tratarse. Para prevenir caries es importante mantener la lactancia materna, evitar que los niños lleven colgados los biberones de sus dientes y que dejen de tomar mamadera antes de los 2 años.
No deberá olvidarse el cepillado de los dientes después de las comidas.
Otros controles incluyen:
. Verificar si se hizo extracción para estudios neonatales (TSH, PKU, TIR), que son los estudios de pesquisa que se les realiza a los recién nacidos habitualmente con la extracción de unas gotas de sangre del talón.
. Examen de caderas y de columna
. Controlar tensión arterial
. Descartar violencia familiar y maltrato infantil
. Controlar rendimiento escolar
. Controlar desarrollo puberal
Dirección Provincial de
Maternidad e Infancia